Monday, March 26, 2007

 

Matrimonio de gays

Hace 68 años me enseñaron que 2 y 2 son 4 y jamás creí que iba a llegar un momento en que eso - tan evidente - se pondría en tela de juicio y habría que demostrarlo.

Pues bien, a eso vamos: ¿Pueden casarse dos gays? En el día de hoy muchos "progresistas" tienden a tergiversar y prostituir los conceptos clave de todas las culturas y sociedades que siempre han considerado que "el matrimonio es la unión permanente de un hombre y una mujer para constituir una familia".

La misma palabra matrimonio deriva de los vocablos latinos "matrix" y "munium" que significan oficio de madre. Así pues, según su etimología, el matrimonio es una unión que tiene como primer objetivo "engendrar y educar a los hijos" que es justamente lo que hacen las madres y eso no lo pueden hacer los gays.

(artículo del Prof. José Mª Macarulla).







Las diversas vertientes (biológica, social, jurídica, espiritual,...) son coincidentes y complementarias y vienen a reafirmar el significado etimológico del matrimonio. Los gays nunca podrán constituir un verdadero matrimonio. Los Estados podrán reconocer una estabilidad y conceder unos derechos a los gays o lesbianas que "se asocien de por vida", pero deberán inventar o adaptar una fórmula diferente, por ejemplo, Sociedades Anónimas, Limitadas, De Seguros Mutuos, Fraternidades u otras, pero deben respetar y dejar en paz a la verdadera familia, a la que ya Cicerón definía como "Pincipium urbis et quasi seminarium reipublicae", es decir, "unidad básica de la sociedad y del estado".

Como biólogo voy a aducir conceptos e ideas englobados en nuestra disciplina y que pueden ilustrar de forma conveniente lo que ya nos sugiere el sentido común de personas civilizadas. ¿Qué dice pues la Biología? El hombre, como los demás seres vivos, debe desarrollar tres funciones fundamentales, a saber, las de relación, nutrición y reproducción.

¡Veámoslas con orden! La función de relación nos permite integrarnos en el entorno en que vivimos y comportarnos correctamente tanto con nuestros semejantes como con las demás especies vivas. Para un desarrollo equilibrado, esta relación empieza dentro de la familia y se complementa en una sociedad bien estructurada. Están documentados múltiples casos de clamorosos errores en ese desarrollo humano. Recuerdo el de un niño-gacela, de 18 años, capturado en Irak, que jamás "pudo ser recuperado para nuestra especie". Vivió hasta su muerte como una gacela: sólo comía hierba, cuando se escapaba corría a cuatro patas y a 60 km/hora, y nunca llegó a hablar o razonar como un hombre. En la India fueron capturados dos hermanitos-lobo, criados por una jauría de esos cánidos, que sólo comían carne cruda, se comunicaban mediante aullidos, jamás aceptaron vestirse, etc., y sólo se les pudo detectar un aspecto humano: al morir uno de ellos, al otro se le saltaron dos lágrimas (esto no es propio de los lobos). Con estos precedentes ¿qué cabe esperar de un niño educado por una pareja estable de gays? ¿Podrá alcanzar un desarrollo armónico si en su ambiente no conoce siquiera lo qué es una verdadera madre?

La función de nutrición tiene por objetivo alimentar correctamente al individuo, para lograr un desarrollo equilibrado y una vida saludable. Se puede atentar contra esa función tanto por defecto como por error o por exceso. Por defecto podrían situarse las huelgas de hambre y muchas dietas de adelgazamiento o sesgadas (por ejemplo, vegetarianas estrictas). Tampoco se puede sustituir habitualmente la comida que alimenta por un sucedáneo o placebo que engaña y no nutre (por ejemplo, la famosa papilla de bario, ingerida como contraste en las radioscopias gástricas). Por exceso, la gula y los atracones que conlleva pueden conducir a indigestiones o bien a estados patológicos (por ejemplo, borracheras con cirrosis al final, enfermedades derivadas de la hipercolesterolemia, etc...). A veces, un único error puede destruir de modo irreversible toda una vida ordenada (por ejemplo, la ingestión de setas venenosas).

La función de reproducción garantiza la continuidad de la especie. A diferencia de la nutrición, esta no resulta esencial para cada individuo, pero sí lo es para la comunidad. Determinadas personas, si eligen, por ejemplo, el celibato apostólico, pueden desentenderse de la reproducción aunque no de la relación y la nutrición. Así como la alimentación, por designio divino (para que no nos olvidemos de comer), va acompañada de ciertos placeres, también la reproducción conlleva un placer propio, puesto que su inicio suele ir seguido por una colección de sacrificios ulteriores y las personas egoístas jamás lucharían de forma altruista por el porvenir de la especie. También desvincular deliberadamente la actividad sexual del objetivo reproductivo es una aberración tan antinatural como pretender comer sin alimentarse y así morir de hambre.

La necesidad de una familia verdadera y armónica se puede justificar por mil razones biológicas. Diré sólo algunas: el hombre es el mamífero con una infancia más larga. Mientras que en un perro o un gato la infancia abarca la vigésima parte de sus vidas, el hombre depende de sus padres la cuarta parte de la suya. Y esto se debe a que posee menos instinto y sus conocimientos dependen más del aprendizaje. Hasta el idioma materno ha de aprenderlo (aprovechemos para enseñar inglés a nuestros hijos durante la infancia, porque así lo aprenderán mejor y para siempre). Cuanto más elevada es la cultura de un pueblo tanto más larga es la infancia de sus jóvenes.

Algunos afirman que el reconocer como matrimonio a las asociaciones temporales (parejas de hecho) o a pares de gays o de lesbianas no perjudica para nada a las familias tradicionales. ¡Y esto es totalmente erróneo! ¿Ustedes creen que poner en circulación montones de monedas falsas no perjudica a la moneda verdadera? Al contrario, la devalúa y puede llegar a hundir la economía del país. Así, por ejemplo, al existir más "familias" cada una recibirá menos ayudas económicas (el presupuesto estatal siempre es limitado) y sobre todo las verdaderas verán disminuida la posibilidad de adoptar niños al tener que competir con las fraudulentas.

En resumen, no somos los dueños absolutos de nuestra vida, nuestra salud, nuestra sexualidad o de nuestros hijos, sino simplemente somos administradores de todos esos bienes, al servicio del bien común. Al final deberemos dar cuenta, a Dios y al mundo, de nuestras actuaciones. Cuando un hombre y una mujer se casan debe ser para toda la vida, "en salud o enfermedad, en riqueza o en pobreza,...." Lo contrario origina inseguridad y temor ante la vejez, la invalidez, la enfermedad, la precariedad de medios,....Ir contra naturam siempre acarreará desgracias a los individuos y a la sociedad que fomente tales aberraciones que repugnan hasta a la misma biología.

José Mª Macarulla
Catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la UPV




Sunday, March 25, 2007

 

Progreso y ética (sobre las células embrionarias)

La verdadera ética exige respetar la naturaleza humana de todos los embriones. Si esto no se acepta, se abre un abismo imposible de cerrar. Siempre habrá nuevos investigadores que querrán ir más lejos. Para mí el principio "no matarás" no admite excepciones. La historia, desde la griega Esparta hasta el nazi Hitler, demuestra que el hombre guiado sólo por su orgullo puede caer en múltiples aberraciones éticas.

(artículo del Prof. José Mª Macarulla)





La prensa nacional del pasado mes de mayo publica varias entrevistas a diversos científicos que sacan a relucir las posibilidades de utilizar células madre en ciertos tratamientos médicos. Entre ellas reseñaré la del doctor José Antonio Vázquez sobre las complicaciones de la diabetes y sus posibles vías de curación y la del médico y biofísico Bernat Soria en la que se exponen con cierto detalle sus proyectos de investigación con embriones humanos, aludiendo a las implicaciones éticas a ellos aparejadas.

En primer lugar, como colega, voy a felicitarles a ambos por sus estudios científicos, por su preocupación por los pacientes y sobre todo a Bernat Soria por su trabajo con ratones los cuales, al no poseer derechos humanos, permitirán el rápido avance de la ciencia y además muchas de las conclusiones que se alcancen con ellos podrán resultar útiles para nuestra especie. Realmente las células madre de diversos orígenes constituyen un campo moderno, atractivo, de vital actualidad. Pero voy a discrepar en algunos aspectos, empezando por aquel título, a mi modo de ver poco afortunado, en el que se afirma solemnemente "Un embrión de una semana no es un ser humano, como no lo es un tumor". Aquí la ética y el sensacionalismo entran en clarísima colisión. Me explicaré:

Comparar un tumor (algo antipático y odioso en sí mismo) con un embrión (un ilusionante proyecto de persona) chirría un tanto. Porque además no son comparables. En principio, un tumor está formado por un conjunto de células propias que, soslayando las leyes que rigen su reproducción y propagación, proliferan de forma más o menos incontrolada. En cambio, un embrión no es un componente de nuestro organismo, sino un huésped ajeno, integrado por la fusión de un espermatozoide (gameto masculino) y un óvulo (gameto femenino) para constituir un zigoto, la primera célula de un nuevo individuo de nuestra especie, distinto de su padre y de su madre. Este zigoto, alimentado adecuadamente, inicia su viaje hacia el futuro, creciendo y multiplicándose, de forma gradual y continua, hacia las fases embrionarias de mórula, blástula, gástrula, para terminar en feto y bebé.

Ciertamente, después de la fecundación, es decir, de la creación de este nuevo ser, ya no hay ningún salto brusco o solución de continuidad. Al cabo de un mes, cuando su tamaño apenas supera el de un grano de arroz, su corazón empieza a latir - función que no se detendrá en los, digamos, setenta años siguientes. A los dos meses, cuando alcanza el tamaño de una almendra, ya tiene, como expuso brillantemente el profesor Lejeune, en el Senado de los Estados Unidos, "manos, pies, cabeza, órganos, cerebro, cada cosa en su sitio. Con una buena lupa se podrían detectar las huellas digitales. Aceptar el hecho de que, tras la fertilización, un nuevo ser humano ha empezado a existir no es una cuestión de gusto u opinión. La naturaleza humana del ser humano, desde la concepción hasta la vejez, no es una disputa metafísica. ES UNA SIMPLE EVIDENCIA EXPERIMENTAL".

Mis criterios éticos coinciden plenamente con los del Profesor Jèrome Lejeune, del Doctor Justo Aznar y de tantos y tantos científicos que ven en cada embrión un nuevo ser humano, perfectamente diferenciado por su dotación genética, es decir, por su proyecto futuro. Si va a ser un niño rubio con ojos azules, por ejemplo, esas cualidades humanas propias no serían modificadas aunque se implantase en el útero de una madre de alquiler de raza negra o china o incluso (no pretendo comparar ni ofender, sólo aclarar ideas) en el útero de una hembra de chimpancé. Sería en todos los casos un hijo auténtico de los padres donantes de los gametos, con los caracteres que ellos le transfirieron.

Al tratarse de un ser humano, ciertamente aun no desarrollado, sólo necesitado de la alimentación oportuna, sus derechos son los mismos que si ya fuese un bebé, un niño, un adolescente, un adulto o un viejo. Los médicos y biólogos podemos y debemos hacer por él cuánto necesite para alcanzar sus objetivos vitales, pero nunca utilizarlo como si fuera un animal de laboratorio, para experimentar al servicio de otros.

La postura ética, consecuente con esos conocimientos que ningún científico puede honestamente desmentir, obliga a defender toda vida humana desde su inicio. Cualquier otra barrera o límite que queramos poner será siempre arbitraria o ficticia. Por ejemplo, si no lo consideramos "humano" hasta que no sale del útero materno, o está inscrito en el Registro Civil, también podríamos negarle esta "humanidad" si resulta ser retrasado mental o padece una enfermedad incurable. Entonces podríamos matar a nuestros semejantes siempre que resultase conveniente según nuestro criterio subjetivo.

La experimentación con células madre o troncales es prometedora, aunque las expectativas de los profanos sean exageradas. Está demostrado que, en muchos pacientes que han sufrido un infarto, la inyección de esas células, obtenidas de su propio tejido muscular, está dando resultados alentadores. Las células obtenidas del cordón umbilical también son susceptibles de diferenciarse y especializarse hacia los diversos caminos deseados. Pero en esos dos últimos casos no fabricamos un ser humano para ponerlo al servicio de otro, ocasionándole a él la muerte.

La verdadera ética exige respetar la naturaleza humana de todos los embriones. Si esto no se acepta, se abre un abismo imposible de cerrar. Siempre habrá nuevos investigadores que querrán ir más lejos. Para mí el principio "no matarás" no admite excepciones. La historia, desde la griega Esparta hasta el nazi Hitler, demuestra que el hombre guiado sólo por su orgullo puede caer en múltiples aberraciones éticas.

José Mª Macarulla
Catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la UPV

Saturday, March 24, 2007

 

Big bang y Principio antrópico / Creación y Providencia

En muchos ambientes, en unos por un materialismo riguroso, sectario y excluyente y en otros por una servidumbre textual a la letra de la Biblia - ignorando su espíritu - se descarta de antemano una visión lógica, comprensiva e integradora de la evolución y de la historia del universo. No olvidemos que la Biblia no fue escrita para enseñarnos Ciencias Naturales sino para adoctrinarnos e iluminar nuestra Fe en Dios, autor de todo lo creado.

(artículo del Prof. José Mª Macarulla)






El neodarwinismo reduce la historia del Cosmos y de los seres vivos al hecho material de su evolución, más o menos contrastada, es decir, explica o pretende explicar cómo ocurrieron las cosas pero no averigua o indaga en el por qué ocurrieron así. Al prescindir de esta indagación se encuentra con puntos oscuros, inexplicables, los cuales muchos darwinistas resuelven con axiomas o dogmas gratuitos, que pretenden imponer a los demás. Uno de ellos sería que "Fuera o aparte de la materia no existe nada". Y otro sería "El alma humana es el resultado de la evolución del cerebro de los primates".


El Big bang

Vayamos por partes. ¿Cómo fue el famoso Big bang o Gran explosión inicial? Este origen real del universo, que ocurrió hace unos 14 mil millones de años, ha sido comprobado por diversos métodos, entre ellos, por la expansión de las galaxias, la radiación uniforme de fondo y la abundancia del helio primordial. Se sabe con exactitud lo que sucedió durante el primer segundo de la existencia del universo y durante las primerísimas fracciones de este segundo, pero antes de él no teníamos nada, ni materia, ni espacio, ni energía, ni tiempo. Sólo existía la nada material. Como la nada de por sí no puede evolucionar y no se puede sacar algo de ella ¿cómo apareció la gigantesca cantidad de energía que explosionó y dio origen a todo cuanto existe? Es decir, ¿Quien produjo la Gran explosión inicial?

La Física no tiene argumentos ni pruebas que justifiquen lo que había antes del Big bang: ese hecho único que ocurrió hace 14 000 millones de años. Para comprenderlo se precisa una explicación "más allá de la física", es decir, lo que etimológicamente correspondería a la "metafísica". Si creemos y aceptamos que existe un Dios inmaterial Creador de todo lo que vemos y tocamos, las conclusiones resultan evidentes y lógicas pero, si pretendemos negar la existencia de ese Ser superior, nos situamos en un callejón sin salida. El dogmatismo materialista es incapaz de explicar este hecho trascendental y verídico en la historia del Cosmos. El Universo tuvo un origen muy concreto.


La Evolución

Por otra parte la Evolución es un hecho probado. Tanto los animales como las plantas y las bacterias procedemos de un primer grupo de seres vivos que evolucionó y se diversificó. Pruebas de ello son, por ejemplo, que todos utilizamos el mismo sistema para la síntesis de las proteínas (los ribosomas y el llamado código genético que es prácticamente universal). El metabolismo o intercambio del material biológico guarda y conserva vías o caminos difundidos en todos los reinos (el ciclo de Krebs, la glicolisis,....). Un nuevo ser que no utilizara estas vías o mecanismos sucumbiría ante la competencia de los seres que ya existen y los poseen.

La Biología Molecular, al averiguar y comparar las secuencias de los monómeros o ladrillos integrantes de las moléculas informativas - DNA y proteínas - , no sólo confirma con plenitud lo que sabíamos por taxonomía, por ejemplo, que los vertebrados formamos una gran familia, que los artrópodos constituyen otra, igualmente las plantas, las levaduras, etcétera, sino que incluso ha permitido averiguar otros aspectos que antes ignorábamos, como son que las bacterias se subdividen en dos reinos bien diferenciados - eubacterias y árqueas - y que nosotros participamos en algunas cualidades heredadas de ambos reinos.


El Principio antrópico

El Principio antrópico, diseño inteligente o desarrollo planificado consiste en una visión finalista del Universo. La evolución de los neodarwinistas pretende explicar cómo ocurrieron las cosas pero no justifica el cómo llegaron a estos extremos de perfección sin que existiera un plan o designio preconcebido. El Principio antrópico - establecido por los físicos, no por los teólogos - viene a afirmar que el Universo evolucionó así para que el Hombre pudiera habitar en él.

Cualquier desviación en algún parámetro de los que rigen el Cosmos haría imposible la vida inteligente. Así, por ejemplo, si la fuerza gravitatoria fuese algo mayor o algo menor de cómo es, el desequilibrio con las otras tres fuerzas haría imposible que pudiésemos habitar el Universo. Si el planeta Tierra fuese un 10 % mayor o menor tampoco sería habitable por el hombre. Si el Sol fuera mayor o menor de lo que es, tampoco permitiría la vida inteligente sobre la Tierra. En otras palabras, cualquier desviación sobre las constates físicas reales haría imposible la vida humana. Los seres humanos somos el resultado de un cúmulo enorme de "casualidades".

Por ejemplo, la desaparición de los dinosaurios, porque un meteorito de diez kilómetros de diámetro cayó en el Caribe, hace 65 millones de años y destruyó la vida de un 90 % de las especies terráqueas, permitió que los mamíferos evolucionasen hacia los primates, y eso abrió paso a la futura humanidad que iba a dominar la Tierra. Un físico no vería la finalidad de éste y otros mil fenómenos "casuales" pero un pensador racional, sí la ve.


Designio inteligente o planificado

Analicemos una hipótesis lógica: si en una excavación arqueológica, encontramos un esqueleto con un vaso de cerámica en la mano, un físico sólo nos dirá que ese objeto es un cuerpo sólido, hecho con arcilla desecada, de forma semiesférica, etcétera,... pero hay que salir de la física para asegurar que ese vaso "fue hecho para contener agua y con él poder beber".

Como ésta hay miles de observaciones que nos obligan a afirmar sin ninguna duda posible que: Todo el Universo está pensado para que el Hombre pueda vivir en él. Y que las probabilidades de que exista vida inteligente en otro mundo distinto del nuestro resultan prácticamente nulas.

Así pues, los hechos demostrados por la Física podrían expresarse y resumirse en esta simple ecuación metafísica:

" Big bang es a Creación como Principio antrópico o diseño inteligente es a Providencia divina".

A los cristianos estas conclusiones nos sirven para elevar el corazón a Dios y afirmar gozosos: "¡Gracias, Señor, por todo lo que nos has dado. Por lo que sabemos y por lo que aún ignoramos!".

José Mª Macarulla.
Catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la UPV





Friday, March 23, 2007

 

Da Vinci descodificado

Hoy no espero a que llegue el día en que Don Antonio - el viejo profesor - y yo vayamos a tomar nuestro acostumbrado café, sino que le abordo por teléfono y, sin preámbulo alguno, le espeto:

(artículo del Prof. José Mª Macarulla)







- ¿Cómo te explicas el terrible revuelo que han provocado primero la novela y ahora la película sobre "El código Da Vinci"?

- ¡Muy sencillo! - me responde - se está cumpliendo a la letra una conocida profecía que enunció hace casi dos mil años el apóstol Pablo en una carta a su discípulo Timoteo. Allí preveía justamente lo que está pasando ahora.

- ¿Y qué dice la profecía?- pregunto yo.

- Te la voy a recitar al pie de la letra: "...porque vendrá un tiempo en que los hombres no soportarán la doctrina sana, sino que, arrastrados por sus propias pasiones, se harán con un montón de maestros por el prurito de oír novedades, apartarán sus oídos de la verdad y se volverán a las fábulas".

- ¡Exacto! ¿Cómo no se me había ocurrido, a pesar de que conozco bien esa carta? Entre las propias pasiones estarán, me figuro, el amor al dinero y la soberbia de la notoriedad publicitaria. ¿No es cierto?

- ¡Sí y el odio ancestral a la Iglesia Católica, añadiría yo! Con la inmensa ventaja de que los cristianos, lejos de buscar la venganza, suelen responder a los ultrajes siguiendo la recomendación del Maestro: "si te abofetean en una mejilla, pon la otra"


Descripción de la trama


- ¡Razóname pues, en qué la novela y la película no dicen la verdad!

- Te lo voy a resumir en lo posible. Después piensa tú por tu cuenta. ¿Vale? Apoyándose en ciertos datos exactos en cuanto a la geografía, colocan inventos descabellados sobre la historia, insinuando que son versiones creíbles los disparates que inventa Dan Brown y que sigue fielmente la película.

- ¡Cítame algunos, por favor!

- Ese escritor, un tanto mediocre y aburrido (según dicen los críticos) desecha y desprecia todos los documentos históricos precisos, entre ellos, los Evangelios, los Hechos de los Apóstoles, las Epístolas y los documentos cristianos de los primeros siglos. En cambio, se apoya en las fantasías de los Apócrifos, las herejías de los gnósticos y la literatura heterodoxa, irrespetuosa y fabuladora reciente, alterando los hechos y las fechas de casi todo. Sin ir más lejos, el Priorato de Sión - creado por un francés en pleno siglo XX - lo sitúa en el tiempo de las Cruzadas.

Además denigra a la Iglesia, al Papa y a las instituciones católicas, aplicando aquel principio bastardo: "calumnia, que algo queda". Aunque resulte estrafalario, por ejemplo, cambia el liderazgo de san Pedro - muy explícitamente instituido por Jesucristo y acatado con amor por la Iglesia universal (¡hay que ver cómo rezaban cuando Herodes lo encarceló!)- por una "deidad femenina" encarnada en la Magdalena (ella es el Santo Grial, según Brown).

Su difamación última se ceba en el Opus Dei. Atribuye a "un monje albino, llamado Silas" diversos asesinatos de inocentes para ocultar así la verdad de la historia.


Réplicas de afectados

- ¡Por cierto! En la prensa norteamericana aparecieron las declaraciones de un fiel católico que afirmaba: "Me llamo Silas y soy del Opus Dei. En la Prelatura no existe monje alguno, ni tampoco hay ningún otro Silas. Y en vez de albino y asesino, soy un honrado padre de familia y mi piel es tan negra como el betún". Creo que esto lo dice todo.

- Hay algo más - aclara D. Antonio - al tratarse de una "ficción", por ejemplo, sobre el matrimonio inventado y blasfemo de Jesús con la Magdalena (negando con ello la divinidad del Señor tan reiteradamente proclamada en todos los escritos canónicos), y siguiendo con las tramas siniestras atribuidas a la Iglesia, creen que todo debe ser tolerado y sufrido por los cristianos, sin rechistar. Aunque Dan Brown sabe muy bien que presentar como pérfidas a personas honorables siempre deja en los lectores o espectadores un poso de antipatía y odio instintivo difíciles de superar o vencer.

- Sobre todo, si la formación religiosa del lector o espectador es deficiente. Creo que la novela puede sembrar serias dudas en personas poco formadas y sin un criterio firme. Desde luego a nadie hará ningún bien, ni aportará ninguna instrucción útil el leer o ver esas obras.


Posibles paralelismos
.
- Ahora comprendo a un amigo mío que está preparando una novela-réplica con el siguiente y sofisticado argumento:" Hace 25 años, la empresa Sony-Columbia sobornó, con un maletín repleto de dólares, al Embajador turco en Naciones Unidas, para que sacase de una cárcel de Ankara a un sicario, llamado Alí Agca, y lo llevase a Bulgaria. Allí se presentó un tal Dan Brown con un automóvil del Cuerpo Diplomático y una pistola "9 milímetros parabellum"; montó en el coche al sicario y el revólver y los trasladó a la Plaza de San Pedro, el día 13 de mayo de 1981. Dan se quedó esperándole en la Via della Conciliazione, para esconder o liquidar al turco, según el desarrollo de los acontecimientos. Pero después de que el pobre Alí disparase tres balazos a Juan Pablo II, el agresor fue retenido por una monjita y Dan Brown no pudo descerrajarle el tiro de gracia que hubiese desbaratado todas las pistas policiales".

Y como se trata de un tema de "ficción" es imposible que los aludidos vayan a enfadarse y denuncien a mi amigo, el novelista. Hasta puede que la "historia" les divierta.

- En resumen, recemos para que Dios saque bienes de las cosas que los hombres plantean para hacer males. Seguro que comprobaremos, una vez más, que "Dios escribe recto con renglones torcidos".

José Mª Macarulla.
Catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la UPV



Thursday, March 22, 2007

 

Una tercera postura

Se ha difundido por todos los medios la controversia suscitada por la desafiante pseudo-huelga de hambre de un terrorista y su excarcelación subsiguiente. Simplificando la situación pueden reunirse las opiniones vertidas en dos grupos principales, bien diferenciados: los detractores y los admiradores del protagonista.

(artículo del Prof. José Mª Macarulla)



Los detractores hacen hincapié en la extrema crueldad con la que ha ejecutado sus crímenes, su absoluta falta de arrepentimiento, su burla constante hacia las nuevas víctimas producidas por sus correligionarios - que con su dolor y pena le producen un placer inaudito y dice que le alimentan - y las fieras y constantes amenazas a jueces, policías y demás autoridades, ....

En el otro extremo, sus admiradores enaltecen su lealtad a la banda armada; juzgan exagerada la relación entre las últimas amenazas y la condena (sólo tres años) (¡!), porque el castigo de los otros tres mil años de cárcel por 25 asesinatos reducidos a tan solo dieciocho (unos ocho meses por cada crimen) les parecen más que suficiente. Le reciben como a un héroe "nacional". La mayoría de los políticos - salvo un partido - abogan por su excarcelación completa e incondicional, por motivos de "humanidad" (?!), etcétera, etcétera, ....

En una zona intermedia podríamos considerar a los que reconocen sus antecedentes criminales, pero ahora lo consideran "un hombre de paz", imprescindible para proseguir la negociación con ETA (Zapatero).

Yo me acogería a una nueva opción que apenas he visto reflejada entre las infinitas manifestaciones públicas emitidas. Más que admiración o aborrecimiento, su situación personal me produce verdadera pena y lástima. ¿Por qué? Pues sencillamente, porque además de la Justicia humana, a todas luces insuficiente e injusta en este caso, existe otra Justicia que nos afecta a todos y de la que nadie puede escabullirse: se trata de la Justicia divina.

Me dirán que el terrorista no cree en ella - de lo contrario ya se habría arrepentido de sus terribles culpas - pero eso no es óbice para que deje de afectarle. Precisamente esa Justicia que es infinitamente generosa y magnánima - no castiga en absoluto al arrepentido que quiere subsanar de algún modo el mal hecho, perdonándole toda la culpa - en cambio, es inexorable con el pertinaz y recalcitrante, empecinado en el mal. No sólo resulta extremadamente dura con él sino que la duración del castigo no tiene fin. ¡Ah! Y pilla más a los que no creen en ella que a los que creen, porque éstos se curan en salud y se acogen a su magnanimidad, llamada también misericordia.

Se cumple así una sencilla paradoja popular:" El infierno existe y recoge en especial a los que se niegan a creer en él".

José Mª Macarulla.
Catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la UPV





Wednesday, March 21, 2007

 

Semejanzas de las células con las familias

Semejanzas de las células con las familias
(Diálogo entre un científico y un periodista).

(artículo del Prof. José Mª Macarulla).








Conversando con mi viejo amigo, el profesor Don Antonio, sale a colación el tema de la degradación actual de costumbres, tan patente en nuestra sociedad: el divorcio, la eutanasia, el aborto, el pelotazo, la difamación, la zancadilla, etc., etc.,.... Comienzo preguntándole:

- ¿Cómo contempla un biólogo esta deriva tan destructora de las buenas costumbres?

- ¡Pues verás! Aunque todo tiene precedentes históricos, la biología aporta otros muchos datos y analogías. Los filósofos y pensadores del mundo clásico facilitaban el entendimiento de lo que ocurría entonces y que ahora también ocurre.

- ¡Concrétalo, por favor!- le respondo.

- Encantado en complacerte. Ya Cicerón definía a la familia como "principium urbis et quasi seminarium reipublicae", es decir, como la unidad estructural sobre la que se cimienta la convivencia humana. En román paladino, el país, la sociedad, la misma vida urbana serán lo que marque la familia. Esta viene a ser la roca que lo sustenta todo.

- Entonces ¿la biología qué aporta de nuevo? -pregunto yo.

- ¡Casi nada! Al estudiar las células, nos encontramos una asombrosa similitud con las familias. Pienso que el paralelismo entre ambas entidades permitiría escribir un libro entero y bien gordito.

- ¡Cuéntalo resumido! Jamás había oído nada semejante- arguyo sorprendido.

- ¡Voy a intentarlo! Empecemos recordando que el conjunto de las células integra al individuo, del mismo modo que el conjunto de las familias constituye la sociedad. Cada una de aquellas unidades tiene su vida propia pero realiza funciones distintas que se coordinan hacia el bien común de la persona completa. También, en una sociedad bien organizada, las familias o grupos de personas se reparten labores importantes e integradoras. Por ejemplo, hay médicos, panaderos, bomberos, taxistas, carpinteros, fontaneros, etc., etc.,... igual que hay células nerviosas que transmiten impulsos, hepáticas que proporcionan los nutrientes adecuados, cardíacas que impulsan su reparto por todo el organismo, retinianas que facilitan la visión, musculares que nos permiten desplazarnos y así sucesivamente,....Y las familias, lo mismo que las células, se multiplican - al reproducirse - generando copias fidedignas y viables de ellas mismas.

- ¿A tanto alcanza la analogía a nivel celular? - le replico.

- ¡Sí, y mucho más allá! Me explico: cada célula consta de una membrana, un citoplasma y un núcleo. Empiezo por lo más importante, es decir, por el núcleo. En el hombre, éste está integrado por 46 cromosomas, la mitad procedentes de nuestro padre y la otra mitad, de nuestra madre. Están tan bien conjuntados y armonizados que resultaría imposible separarlos sin causar la muerte de la célula. ¿No te recuerda esto aquella famosa frase del Génesis "Lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre"? Así, cada uno de nosotros disfruta de un padre y una madre, unidos en matrimonio de por vida. El intento de ruptura de ese vínculo disgrega y destruye de un modo irreversible a la familia y acarrea un cúmulo de desgracias para los hijos....En las células tampoco hay marcha atrás: en ellas el divorcio no existe.

Aún hay más. El núcleo gobierna la vida celular. El aporta las proteínas que la célula necesita, controla cuándo debe hacer algo ordinario o extraordinario. En otras palabras, "las entradas y salidas" del metabolismo. De igual manera, la familia bien avenida es guiada y gobernada por la acción conjunta del padre y de la madre. Al igual que en la célula, lo que le falta a uno lo aporta el otro (Así evitamos la acción letal de unos cientos de genes defectuosos que todos portamos. Sólo cuando el mismo gen falta en los dos progenitores - en un conjunto variado de unos 35 mil genes - se advierte su carencia) ¿No ves una clara similitud con las familias? Sólo un fallo total en los dos progenitores podría provocar la destrucción completa del hogar.

- Está claro que los padres son el núcleo familiar. ¿Y el resto de la familia, dónde quedaría?

El citoplasma, la estructura que rodea al núcleo, es la que ejecuta ordenadamente las órdenes dictadas o sugeridas por él. Pues uno y otro se influyen mutuamente. Hay una armonía envidiable en la vida celular. Entre ambos - núcleo y citoplasma - desarrollan las actividades propias de la célula: nutrición, crecimiento, reproducción y regeneración o reparación de estructuras desgastadas (no entraré en detalles y analogías, pero te aseguro que son muchas y muy interesantes).

La membrana, que es lo que relaciona a la célula con su entorno, resulta de lo más esencial. Todas las células la poseen. Viene a ser como el hogar o el domicilio que contiene la familia y donde ésta se desenvuelve. Si la membrana fuese totalmente impermeable, la célula quedaría aislada del exterior y perecería por asfixia o se pudriría. Si fuese totalmente permeable dejaría pasar de todo, la célula se sumiría en el caos y se desintegraría. ¿No adviertes la exacta similitud con la familia? La vida familiar requiere un mínimo de intimidad y una relación ponderada con el entorno externo, ¿no te parece?

- ¡Evidente, a todas luces ! ¿Cuál sería esa ponderación?

- En el caso de la célula se llama permeabilidad selectiva. La célula controla lo que debe entrar o salir de ella. Así, entran el oxígeno, la glucosa, los aminoácidos y los demás nutrientes. Y salen el dióxido de carbono, el amoniaco y otros productos de deshecho. Ya intuirás las similitudes: al relacionarse con la sociedad, las familias deben controlar los programas de televisión admisibles o recomendables y desechar los programas-basura, los sectarios o destructivos. También controlarán discretamente las amistades y las lecturas de los hijos, velando por su correcta formación, etc.,...

Las células bien armonizadas pueden adaptarse y prosperar en ambientes tan hostiles como el agua hirviente de los géiseres, la extremadamente salobre de las salinas, el hielo de las regiones polares e incluso hay células que viven en el mismísimo ácido sulfúrico,.... De forma análoga una familia bien cohesionada y armonizada puede resistir y triunfar en ambientes tan enrarecidos como los actuales. Acuérdate de Polonia que supo mantener la fe familiar y las costumbres cristianas (rechazando, por ejemplo, el divorcio o el aborto) durante los durísimos años de materialismo ateo (que intentó cambiar las costumbres normales desde todas las escuelas, educando a los niños según las pautas de la férrea dictadura comunista) ¿ No adviertes un curioso paralelismo? ¿Sabes que Polonia fue el único país marxista donde se alentaba la pornografía en la televisión, para pervertir a esa sociedad irreductible?

- ¡Me has convencido y pienso que meditar esas cosas puede fortalecer nuestras convicciones, sea cual sea el ambiente del exterior!

- ¡Ciertamente! Pienso que los enemigos de Dios tratan de pervertir a la mujer, que es el alma de la familia, para que, una vez corrupta ella, el hogar se desintegre y la sociedad entera quede a merced del mal. Las modas más desvergonzadas, los anticonceptivos, el airear los escándalos de los llamados "famosos" van justamente por ese camino.

- ¡Sin embargo, si nos apoyamos en Dios, rezamos devotamente, protegemos nuestra familia y damos un ejemplo atractivo y constructivo a la sociedad, la victoria será para los cristianos, como ha sido siempre a lo largo de veinte siglos! Si las células están sanas, la persona también lo estará.

- ¡Dios te oiga, amigo mío! ¡Yo también rezo por ello!

José Mª Macarulla.
Catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la UPV





Tuesday, March 20, 2007

 

El kuru y el SIDA

Los médicos descubrieron que la causa de la enfermedad del kuru era el canibalismo. Existían dos posibles soluciones ...

(artículo del Prof. José Mª Macarulla)




Durante los siglos pasados, los nativos de Nueva Guinea sufrían una rara enfermedad, el kuru, con síntomas similares a los de "las vacas locas". Los médicos del primer mundo descubrieron que su causa era el canibalismo, es decir, que los pobres indígenas se comían las entrañas de sus enemigos, crudas o mal cocinadas. Existían dos posibles soluciones: la primera - lógica - abandonar aquella práctica macabra cambiando de hábitos y la segunda - inmoral - seguir con el canibalismo pero cocinando la carne humana en una "olla exprés". Todo el mundo adoptó la primera y el kuru desapareció de la isla.

Hoy sufrimos otra enfermedad vinculada a una conducta anómala : el SIDA que se transmite debido a la promiscuidad homo y heterosexual. Las soluciones son parecidas a las del kuru: la primera, abstinencia fuera del matrimonio y fidelidad dentro de él, y la segunda, aislar técnicamente, mediante el preservativo, a los individuos que van a practicar el sexo promiscuo. Muchos prefieren la primera solución, es decir, cumplir la ley natural que prescribe que las relaciones sexuales, siempre dentro del matrimonio, deben estar abiertas a la transmisión de la vida. Otros adoptan la segunda.

Lo que resulta incomprensible es que los del segundo grupo critiquen y censuren a los del primero, amenazándoles incluso con recurrir a los jueces, con la acusación de que, al descartar el preservativo, lo que pretenden es facilitar la difusión de esa penosa enfermedad. ¿Qué pensaríamos de los caníbales de Nueva Guinea si persiguiesen judicialmente a los que han elegido no serlo? ¿Acaso no merecen todo el respeto las personas que adoptan una postura tan noble, elegante y sobria frente a la terrible propagación del SIDA?


José Mª Macarulla.
Catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la UPV




Saturday, March 17, 2007

 

Científicos españoles recurrirán las leyes del PSOE

Madrid. La plataforma Hay Alternativas, que agrupa a científicos favorables a líneas de investigación que no impliquen la destrucción de embriones, anunció ayer que impugnará los acuerdos que aprueben las comunidades autónomas gobernadas por el PSOE para investigar con embriones humanos congelados, informa Efe.

(Publicado en La Gaceta de los Negocios, 17 enero 2003).




En un comunicado, el portavoz de Hay Alternativas, el profesor de Derecho Constitucional de la Universidad Complutense Rafael Rubio, asegura que si el PSOE permite la investigación con embriones congelados desde hace más de cinco años, incurrirá "de forma evidente en diversas faltas tipificadas como muy graves" en la Ley General de Sanidad, que sólo permite la investigación con embriones no viables.


Sin competencias

"¿Acaso el PSOE puede asegurar que cada embrión humano criogenizado se autodestruye el día que cumple cinco años en el congelador? Afortunadamente todos los expertos saben que esto no es así", apunta Rubio, que se muestra además convencido de la "incompetencia jurísdiccional" de las comunidades autónomas para legislar sobre esta materia.

En su opinión, resulta chocante que mientras los científicos debaten sobre los posibles desarrollos legales de la normativa actual, los gobiernos regionales socialistas "se dediquen a vulnerarla abiertamente a tan sólo cuatro meses de las elecciones autonómicas".


Embriones malogrados

Según señala, el Tribunal Constitucional ha considerado que "no viable hace referencia a su incapacidad para desarrollarse hasta dar lugar a un ser humano: embriones humanos abortados en el sentido más profundo de la expresión", aclara en la nota.

Hay Alternativas recuerda que la experimentación terapéutica que permite la ley debe estar destinada a mejorar las condiciones de vida del embrión, "no de un hipotético tercero". Añade que el PSOE pretende en última instancia la creación de embriones humanos con fines distintos a la reproducción.

El comité científico asesor de esta plataforma está formado por 25 catedráticos, miembros de las reales academias de Medicina y Farmacia, científicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y expertos en bioética.


Friday, March 16, 2007

 

Beatificación de Jérôme Lejeune

Se habló tras la visita de Juan Pablo II a su tumba en el contexto de la Jornada Mundial de la Juventud de 1997.

Y se confirma ahora que el arzobispo de París, Mons. André Vingt- Trois, abrirá la causa para la beatificación del científico francés, descubridor de la trisomía 21 y gran defensor de la vida. Falleció en 1994.

Como es natural, la noticia no es grata a los militantes abortistas: Lejeune optó por luchar contra la enfermedad y ayudar a las madres.

(en La Gaceta de los Negocios, 20.III.2007).

Thursday, March 15, 2007

 

El super SIDA

La prensa acaba de publicar, con justificada alarma, la reciente aparición de una cepa del virus HIV mucho más virulenta y mortífera que las conocidas hasta ahora.

(artículo de José Mª Macarulla).




Sabemos que en la Edad Moderna, la promiscuidad entre los ejércitos europeos y las prostitutas facilitó la difusión de la sífilis y otras enfermedades venéreas. Ahora, en la Edad Contemporánea, la homosexualidad ha favorecido la propagación del sida. Cuando la Humanidad aprueba, como práctica legítima, algo que no lo es, la Naturaleza clama por sus fueros.

Recuerdo bien que, ante la caza masiva de bebés-foca en Groenlandia, la Naturaleza respondió bajando la edad núbil de las hembras de foca desde los seis años hasta los tres: así se generaban más foquitas, para suplir su déficit. A los biólogos nos suele gustar respetar a la Naturaleza. ¿Quién no ha oído aquella famosa frase: "Dios perdona siempre, el Hombre algunas veces, la Naturaleza, nunca" ? ¿Aceptaremos algún día que la promiscuidad homo y heterosexual es contraria a la naturaleza humana?


José Mª Macarulla.
Catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la UPV





Friday, March 02, 2007

 

Genética humana

La prensa diaria nos informa con regularidad sobre cómo se va descifrando el genoma completo de diversas especies de seres vivos, tanto de animales y vegetales como de bacterias.

(artículo de José Mª Macarulla).






Los periodistas no salen de su asombro al constatar las enormes analogías que existen, no sólo entre el hombre y los demás primates, sino entre nosotros y el ratón, las plantas o las mismas bacterias. Los científicos no participamos en su sorpresa porque es de todos conocida la unidad de la vida sobre el planeta Tierra. Todos los seres vivos somos hermanos y procedemos de una célula ancestral común.

Existen, como es de aceptación universal, analogías que permiten encuadrar a las diversas especies en familias determinadas. Así, apoyándose en detalles morfológicos y fisiológicos, la Biología clásica agrupó a los animales en vertebrados e invertebrados y, dentro de los primeros, en peces, anfibios, reptiles, aves y mamíferos.

Posteriormente la Biología Molecular no sólo confirmó el acierto de esa clasificación primaria sino que la amplió y resolvió casos nuevos, como por ejemplo, que los hongos (setas) están algo más próximos a los animales que a los vegetales y que dentro de las bacterias existen dos reinos distintos, uno de ellos (las árquea) son más parientes nuestros que de las restantes bacterias.

Los filósofos y la gente de la calle suelen escandalizarse ante estos resultados, los unos porque esa comparación parece que les deshonra y minusvalora y los otros porque la creen contraria a la revelación bíblica. Visto objetivamente eso no debe ni puede ser así. El género humano está en la cumbre de la evolución - esto no es una mera hipótesis sino un hecho experimental probado - y esa hermandad con los demás seres vivos sólo demuestra que Dios se valió de su PROVIDENCIA ORDINARIA al engendrar nuestro cuerpo cuando la gente piensa que hubo una CREACIÓN MILAGROSA en los orígenes de cada especie particular y en concreto de la humana.

Debido a la deriva genética, observamos que las diferencias entre las dotaciones génicas de dos especies cualesquiera son directamente proporcionales al tiempo transcurrido desde su separación a partir del tatarabuelo común a ambas. Así entre dos seres humanos la diferencia máxima es del 0,1%, es decir que coincidimos en un 99,9% de nuestros genes. Con el chimpancé (nuestro pariente más próximo) coincidimos en un 98,4%; con la vaca en un 90% y con el ratón en un 75%. Con los demás seres vivos estamos algo más alejados, por ejemplo, con la gallina sólo coincidimos en un 60%; con los gusanos en un 40%; con las levaduras en un 30% y con las bacterias sólo en un 15%.

El árbol evolutivo elaborado con las analogías genéticas se superpone muy bien con el taxonómico clásico: los mamíferos tenemos un bisabuelo común, insectívoro, que convivió con los dinosaurios y sólo se diversificó sin trabas al desaparecer aquéllos. Hay alguna sorpresa para los profanos, por ejemplo, que existe más parentesco entre los cocodrilos y los pájaros que entre aquellos reptiles y las serpientes o las tortugas,....

Todo esto lo defiende y demuestra la Biología en sus distintas vertientes. Pero para un científico desapasionado hay mucho más. El intelecto humano está a una distancia de años-luz por encima del "intelecto" de los demás seres vivos. Nuestra capacidad de comprensión del entorno y de nosotros mismos es infinitamente superior - y radicalmente distinta - a la que tienen los otros seres. Y nuestra habilidad e imaginación para fabricar herramientas ha evolucionado, por el momento, desde las hachas de sílex hasta los ordenadores y teléfonos móviles. Ningún animal jamás será capaz de elaborar o inventar cosas semejantes.

El único salto brusco en la evolución del intelecto humano tuvo lugar hace unos 35 mil años, cuando un hombre de la especie Cro-Magnon, es decir, un Homo sapiens sapiens, inició un despliegue cultural extraordinario, pasando del hacha tallada a la pulimentada, iniciando las maravillosas pinturas rupestres, a más de dominar el fuego - ya conocido con anterioridad - y perfeccionar los instrumentos de caza y de pesca. Ese hombre enterraba a sus muertos, poniéndoles comida para el más allá, hablaba con sus semejantes en un idioma complejo, etc., etc..... Para muchos científicos ese Cro-Magnon tan innovador fue el bíblico ADÁN.

En efecto, el haber recibido el alma inmortal le capacitaba para sacar el máximo fruto de su cerebro y potenciaba su intelectualidad. La Biología no dispone de instrumentos para probar la creación de esta alma pero, aceptado este hecho, se entienden como lógicas un montón de observaciones experimentales que , sin contar con él, resultarían inexplicables e injustificables.

Cuando leemos el Génesis con sentido ecológico, aparte de comprender lo que suelen ver los lectores profanos, observamos que la frase de Dios "Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza" debe referirse a la infusión del alma, puesto que el cuerpo - material - ya existía, y es precisamente el alma la que, al ser espiritual, presenta semejanza con Dios, precisamente porque Él es ESPIRITU PURO.

Nuestras características anímicas nos diferencian tanto de los animales que no es posible aceptar que sean fruto de un proceso evolutivo. En otras palabras, el afán de eternidad (con la muerte no desaparecemos del todo) lo aceptan tanto los creyentes como los agnósticos. Los valores de la poesía, el arte, la música,...son fruto de las sensibilidades propias y específicas del alma humana.

Hablamos mucho de Darwin, que creía que el alma era fruto de la evolución, pero silenciamos a Wallace, quien publicó sus resultados conjuntamente con el primero, porque estaba convencido de que el alma era resultado de un acto creacional de Dios. La Fe no contradice a la Ciencia sino que la complementa: siempre el creyente comprende y explica mejor el Universo con sus misterios que el agnóstico que choca contra muros infranqueables, al no aceptar a Dios, creador y providente. Por ello muchos hechos, por ejemplo, el primigenio Big Bang (la creación, hace 14 mil millones de años) o la aparición de la vida en la Tierra (hace 3 mil seiscientos millones) le resultan inexplicables.

Como Dios es infinitamente sabio, las diversas Ciencias no pueden contradecirse y, si parece que se contradicen, es que no las dominamos bien y debemos profundizar más en su conocimiento. Podríamos terminar con una frase, famosa y muy ilustrativa, que se atribuye al físico Pascal: "Porque he estudiado mucho tengo la fe de un bretón; si hubiese estudiado más, tendría la fe de una bretona".


José Mª Macarulla.
Catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la UPV



Thursday, March 01, 2007

 

Los obispos piden que sólo se investigue con células madre de personas adultas

La Conferencia Episcopal Española hizo ayer un llamamiento a las autoridades para que “encaucen los recursos públicos” hacia líneas de investigación que respeten la dignidad humana, como las que utilizan células madres procedentes de tejidos adultos para buscar el remedio a males como el Alzheimer, el Parkinson o la diabetes, y rechazó el uso “inaceptable moralmente” de los embriones humanos para obtener este tipo de células.

(EUROPA PRESS. MADRID, viernes 20 diciembre 2002).
La Conferencia Episcopal considera que los fondos públicos deben destinarse “hacia campos de investigación que respeten de modo pleno la inviolable dignidad que corresponde a toda persona desde el momento de su concepción hasta el de su muerte natural”.

Los obispos señalan que, en la actualidad, “un sector de la industria biotecnológica y diversos grupos de opinión están promoviendo una campaña de opinión a favor de la clonación denominada terapéutica y de la investigación con células madre de embriones humanos sobrantes de la fecundación artificial”. A su juicio, “se está confundiendo a la opinión pública, creando falsas expectativas, y se está jugando con los sentimientos y necesidades de los enfermos”.

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