Friday, March 23, 2007
Da Vinci descodificado
Hoy no espero a que llegue el día en que Don Antonio - el viejo profesor - y yo vayamos a tomar nuestro acostumbrado café, sino que le abordo por teléfono y, sin preámbulo alguno, le espeto:
(artículo del Prof. José Mª Macarulla)
- ¿Cómo te explicas el terrible revuelo que han provocado primero la novela y ahora la película sobre "El código Da Vinci"?
- ¡Muy sencillo! - me responde - se está cumpliendo a la letra una conocida profecía que enunció hace casi dos mil años el apóstol Pablo en una carta a su discípulo Timoteo. Allí preveía justamente lo que está pasando ahora.
- ¿Y qué dice la profecía?- pregunto yo.
- Te la voy a recitar al pie de la letra: "...porque vendrá un tiempo en que los hombres no soportarán la doctrina sana, sino que, arrastrados por sus propias pasiones, se harán con un montón de maestros por el prurito de oír novedades, apartarán sus oídos de la verdad y se volverán a las fábulas".
- ¡Exacto! ¿Cómo no se me había ocurrido, a pesar de que conozco bien esa carta? Entre las propias pasiones estarán, me figuro, el amor al dinero y la soberbia de la notoriedad publicitaria. ¿No es cierto?
- ¡Sí y el odio ancestral a la Iglesia Católica, añadiría yo! Con la inmensa ventaja de que los cristianos, lejos de buscar la venganza, suelen responder a los ultrajes siguiendo la recomendación del Maestro: "si te abofetean en una mejilla, pon la otra"
Descripción de la trama
- ¡Razóname pues, en qué la novela y la película no dicen la verdad!
- Te lo voy a resumir en lo posible. Después piensa tú por tu cuenta. ¿Vale? Apoyándose en ciertos datos exactos en cuanto a la geografía, colocan inventos descabellados sobre la historia, insinuando que son versiones creíbles los disparates que inventa Dan Brown y que sigue fielmente la película.
- ¡Cítame algunos, por favor!
- Ese escritor, un tanto mediocre y aburrido (según dicen los críticos) desecha y desprecia todos los documentos históricos precisos, entre ellos, los Evangelios, los Hechos de los Apóstoles, las Epístolas y los documentos cristianos de los primeros siglos. En cambio, se apoya en las fantasías de los Apócrifos, las herejías de los gnósticos y la literatura heterodoxa, irrespetuosa y fabuladora reciente, alterando los hechos y las fechas de casi todo. Sin ir más lejos, el Priorato de Sión - creado por un francés en pleno siglo XX - lo sitúa en el tiempo de las Cruzadas.
Además denigra a la Iglesia, al Papa y a las instituciones católicas, aplicando aquel principio bastardo: "calumnia, que algo queda". Aunque resulte estrafalario, por ejemplo, cambia el liderazgo de san Pedro - muy explícitamente instituido por Jesucristo y acatado con amor por la Iglesia universal (¡hay que ver cómo rezaban cuando Herodes lo encarceló!)- por una "deidad femenina" encarnada en la Magdalena (ella es el Santo Grial, según Brown).
Su difamación última se ceba en el Opus Dei. Atribuye a "un monje albino, llamado Silas" diversos asesinatos de inocentes para ocultar así la verdad de la historia.
Réplicas de afectados
- ¡Por cierto! En la prensa norteamericana aparecieron las declaraciones de un fiel católico que afirmaba: "Me llamo Silas y soy del Opus Dei. En la Prelatura no existe monje alguno, ni tampoco hay ningún otro Silas. Y en vez de albino y asesino, soy un honrado padre de familia y mi piel es tan negra como el betún". Creo que esto lo dice todo.
- Hay algo más - aclara D. Antonio - al tratarse de una "ficción", por ejemplo, sobre el matrimonio inventado y blasfemo de Jesús con la Magdalena (negando con ello la divinidad del Señor tan reiteradamente proclamada en todos los escritos canónicos), y siguiendo con las tramas siniestras atribuidas a la Iglesia, creen que todo debe ser tolerado y sufrido por los cristianos, sin rechistar. Aunque Dan Brown sabe muy bien que presentar como pérfidas a personas honorables siempre deja en los lectores o espectadores un poso de antipatía y odio instintivo difíciles de superar o vencer.
- Sobre todo, si la formación religiosa del lector o espectador es deficiente. Creo que la novela puede sembrar serias dudas en personas poco formadas y sin un criterio firme. Desde luego a nadie hará ningún bien, ni aportará ninguna instrucción útil el leer o ver esas obras.
Posibles paralelismos
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- Ahora comprendo a un amigo mío que está preparando una novela-réplica con el siguiente y sofisticado argumento:" Hace 25 años, la empresa Sony-Columbia sobornó, con un maletín repleto de dólares, al Embajador turco en Naciones Unidas, para que sacase de una cárcel de Ankara a un sicario, llamado Alí Agca, y lo llevase a Bulgaria. Allí se presentó un tal Dan Brown con un automóvil del Cuerpo Diplomático y una pistola "9 milímetros parabellum"; montó en el coche al sicario y el revólver y los trasladó a la Plaza de San Pedro, el día 13 de mayo de 1981. Dan se quedó esperándole en la Via della Conciliazione, para esconder o liquidar al turco, según el desarrollo de los acontecimientos. Pero después de que el pobre Alí disparase tres balazos a Juan Pablo II, el agresor fue retenido por una monjita y Dan Brown no pudo descerrajarle el tiro de gracia que hubiese desbaratado todas las pistas policiales".
Y como se trata de un tema de "ficción" es imposible que los aludidos vayan a enfadarse y denuncien a mi amigo, el novelista. Hasta puede que la "historia" les divierta.
- En resumen, recemos para que Dios saque bienes de las cosas que los hombres plantean para hacer males. Seguro que comprobaremos, una vez más, que "Dios escribe recto con renglones torcidos".
José Mª Macarulla.
Catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la UPV